Voz Rebelde
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Asunto: Necesaria aclaración...
Fecha: miércoles, 29 de noviembre de 2006 14:16


Estimados compañeros y compañeras:
A través de la web: www.cedema.org y del correo electrónico
mrta_venceremos@yahoo.com se ha difundido un
comunicado, que da cuenta de la formación de una nueva organización que
proclama su "deslinde con las posiciones
claudicantes, pacifistas, electoreras y oportunistas al interior del
MRTA..." (sic)

Frente a la difusión pública de este comunicado, como VOZ REBELDE, órgano
oficial del Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru, nos vemos en la obligación de responder a este
documento que ha sorprendido e
indignado a nuestra militancia y objetivamente ha creado confusión entre
nuestro pueblo y organizaciones hermanas y
de solidaridad, quienes nos han escrito para solicitarnos información sobre
este tema y sobre nuestra situación actual
como organización política revolucionaria.

Situación política actual

En principio la izquierda peruana, en general y nuestra organización en
particular, atraviesa por un periodo muy difícil,
tras más de 20 años de guerra interna, de terrorismo de estado y de una
política psicosocial cuyo objetivo fue
desprestigiar la lucha armada, como método de lucha, vinculándolo al
terrorismo puro y duro que impulsó y desarrolló
el fundamentalismo gonzalista.

De otro lado, la política represiva del estado peruano, so pretexto de
combatir a la subversión, persiguió, encarceló,
torturó y desapareció no sólo a los guerrilleros, supuestos "delincuentes
terroristas", si no también al movimiento
obrero y popular, a los dirigentes gremiales, sindicales y populares a lo
largo y ancho del país, con el claro objetivo de
impedir toda forma de movilización y protesta organizada contra la política
neoliberal que se implementó en la década
del 90, bajo el régimen dictatorial del corrupto y genocida Alberto
Fujimori.

En ese contexto, debemos señalar la actitud "prudente" de la izquierda
tradicional, que asumió una clara y firme
posición contra el "terrorismo", tras las declaraciones del dictador que
instaba a la izquierda a "definirse entre
democracia o el terrorismo"... lo que en lenguaje actual del gendarme
imperialista, George Busch, se traduce como "o
estás conmigo o estás contra mí".

También debemos señalar que a esta toma de posiciones, contribuyó el
accionar irracional del fundamentalismo
gonzalista, que con el argumento de "combatir el sindicalismo "amarillo" y
el reformismo revisionista de la izquierda",
inició una campaña de asesinatos selectivos de dirigentes gremiales y
militantes de las organizaciones de izquierda, así
como de combatientes y militantes tupacamaristas. Estas circunstancias y los
errores cometidos por el movimiento
guerrillero, dieron la posibilidad al estado peruano de derrotar
militarmente a los grupos subversivos, así como
desmovilizar y descabezar al movimiento obrero y popular; lo que
objetivamente a propiciado una eventual como
coyuntural victoria de la burguesía, que a conseguido retrazar el proceso
revolucionario peruano, lo que no impedirá su
continuidad y mucho menos la conquista de una nueva sociedad justa, digna y
libre de la opresión y explotación del
capitalismo neoliberal.


La Revolución, una necesidad histórica

Para nosotros, los explotados y vilipendiados por el sistema capitalista
neoliberal, la revolución socialista más que un
ideal teórico o utópico es una necesidad histórica que construiremos con
convicción, decisión y sobre todo con
organización.
Por consiguiente, para los tupacamaristas, la revolución es un proceso
político conciente que nada tiene que ver con el
voluntarismo o caudillismo de la pequeña burguesía.


Acumulación de fuerzas para la revolución

Una revolución es un permanente proceso de acumulación de fuerzas para
alcanzar el objetivo estratégico: la toma del
poder político por el proletariado; cómo acumulemos fuerzas para alcanzar el
objetivo estratégico, se desprenderá del
"análisis concreto de la realidad concreta" del periodo y la coyuntura
política por la que atraviesa el país.


La estrategia, la táctica y los métodos de lucha

La revolución es esencialmente una acción política que para la consecución
de sus objetivos: el poder político,
implementa diversas formas y métodos de lucha, según las circunstancias y
necesidades del periodo y la coyuntura
política.
En lo referente al objetivo estratégico: la toma del poder político por el
proletariado, debemos ser inflexibles pero en lo
referente a como logremos ese objetivo, la forma y el método es decir la
táctica que empleemos deben ser lo
suficientemente amplias y flexibles para ir incorporando a todo el pueblo al
proceso revolucionario.


Análisis de situación política

En un breve análisis de la situación política, podemos decir que el periodo
político por el que atraviesa el continente
Latinoamericano y nuestra patria, esta signado por una ofensiva contra
revolucionaria con claro predominio del
imperialismo yanqui, que tras la caída del campo socialista se ha
constituido en el gendarme mundial que impone sus
políticas de rapiña a sangre y fuego. Pero en medio de esta hegemonía
imperialista, se ven ya indicios de que los
pueblos van lentamente retomando sus movilizaciones y luchas, al tiempo que
instintivamente asumen posiciones de
izquierda y socialistas, tras más de 30 años de fracaso del modelo
capitalista neoliberal.

Este viraje hacia la izquierda a dado como resultado la existencia de
Gobiernos "democráticos de izquierda" en
Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Chile, Bolivia y últimamente
Nicaragua.

América Latina, es hoy el escenario de nuevas jornadas de movilización y
lucha en un espacio que hasta muy poco era
considerado exclusivo y hegemónico por las clases dominantes: los procesos
electorales y la democracia burguesa;
instancias o espacios políticos, que muchos "revolucionarios"
menospreciamos. Esa "democracia" que el imperialismo
hizo suya, como símbolo de su sociedad de consumo y libre mercado, que sin
embargo debido a su carácter agresivo y
rapaz, niega en la práctica avasallando los más elementales derechos de los
pueblos y aún en su propio territorio, lo que
en las actuales circunstancias posibilita que la "democracia", como demanda
de los pueblos, hoy se constituya en
elemento desestabilizador y subversivo para el imperialismo; por lo que la
lucha por la "democracia" y la defensa de
los derechos civiles y ciudadanos se constituyen hoy en una bandera de lucha
que hay necesidad de enarbolar y agitar
como una forma de movilizar y organizar al movimiento obrero y popular.

El Perú de hoy

El pueblo peruano no es ajeno a la realidad que vive el mundo, lo que se
expresa en lo siguiente:

1- En primer lugar, en el Perú la ofensiva contra revolucionaria tuvo en la
dictadura fujimorista su más alta expresión,
debido al terrorismo de estado, a su capacidad para aprovechar los errores
del fundamentalismo senderista y los
nuestros, derrotó al movimiento guerrillero e impuso el modelo neoliberal.
2- La acción del comando Edgar Sánchez, como respuesta organizada y armada
al capitalismo salvaje y a la dictadura
fujimorista, puso en evidencia lo nefasto y brutal del modelo neoliberal y
descubrió a los ojos del mundo la política de
terrorismo de estado que el régimen fujimorista implementó para imponer el
modelo neoliberal, modelo económico
que el pueblo peruano había rechazado mayoritariamente en el proceso
electoral de 1990.
3- Si bien es cierto, al aniquilar al comando Edgar Sánchez, el régimen
fujimorista obtuvo una victoria militar, en lo
político le significó una victoria pírrica, en tanto que la acción del
comando demostró a nuestro pueblo que la dictadura
no era invencible y podía ser derrotada con decisión, conciencia y
organización; por otro lado, dicha acción apertura un
nuevo escenario político que el pueblo en su accionar fue llenando a lo
largo y ancho del país y que tuvo su más alta
expresión en la marcha de los 4 suyos, propuesta política de nuestra
organización, que de manera oportunista fue
asumido por el toledismo, ante nuestra debilidad orgánica y carencia de
cuadros públicos que se pusieran al frente del
movimiento de masas.
4- La evidente corrupción del régimen fujimorista puesta al descubierto por
los vladivideos y la creciente movilización
popular, hicieron posible la caída del dictador y el advenimiento de un
gobierno de transición y el posterior retorno a la
democracia.
5- Con el retorno a la democracia formal, la situación de opresión y
explotación, de creciente pobreza y desempleo
generalizado no ha cambiado, pero se dan las condiciones necesarias para
implementar tareas tendientes a reorganizar
el movimiento obrero y popular, centralizar sus dispersas luchas y hacerlas
trascender de luchas reivindicativas a
verdaderas luchas políticas; tareas que lamentablemente han sido casi
abandonadas por la izquierda tradicional y que
nosotros no estamos realizando con la contundencia necesaria debido a
nuestras debilidades orgánicas; generándose así
un espacio para el surgimiento de posiciones nacionalistas pequeño
burguesas, que con un lenguaje populista y seudo
radical y "anti sistema" pretenden arrastrar a vastos sectores de la
población y a un sector de "izquierda" para quienes la
"democracia burguesa" constituye un fin en si mismo.

De este sucinto análisis de la situación política nacional, podemos concluir
que en términos generales y sin temor a
equivocarnos, existen condiciones objetivas para el desarrollo de un
verdadero proceso revolucionario; por un lado, la
crisis del capitalismo, se ha visto agravado por el fracaso de su modelo
neoliberal; modelo económico que propicia el
saqueo y depredación de nuestros recursos naturales y humanos a favor de las
transnacionales; y pese a que los
gobiernos de turno alaban sus logros y "éxitos macro económicos", esto no
beneficia en nada a nuestro pueblo y cada
vez profundiza las desigualdades sociales; de otro lado, pese a que la
burguesía ha derrotado al movimiento guerrillero,
ha desarticulado al movimiento obrero y popular, y al reciente y estrepitoso
fracaso de la izquierda institucional en el
pasado proceso electoral, no puede mantener bajo su control e influencia al
conjunto del pueblo, que pese al repliegue y
dispersión no se somete a la influencia ideológica de la burguesía y aspira,
de manera instintiva, a un necesario cambio
en sus condiciones de vida.

En términos marxistas, estas constituyen las llamadas condiciones objetivas
para un proceso revolucionario. Pero un
proceso revolucionario no se desarrolla sólo por la existencia de
condiciones objetivas, junto a las condiciones
objetivas deben existir y desarrollarse las condicviones subjetivas: la organización consciente del proletariado y el
partido revolucionario.


La tarea de los revolucionarios

Hoy las masas están virando instintivamente hacia posiciones de izquierda,
pero no tienen aún una organización fuerte
y cohesionada ni la conciencia e independencia política de clase y por eso
pueden ser confundidas y arrastradas
fácilmente hacia posiciones nacionalistas pequeño burguesas y reformistas
que nada tienen que ver con las aspiraciones
socialistas del proletariado revolucionario.

Frente a esta realidad de confusión y dispersión, debemos preguntarnos:
¿Cuál es el papel de los revolucionarios y del
partido en el proceso de la lucha de clases?
A esa pregunta sólo podemos responder que el papel de los revolucionarios y
del partido es la de contribuir a crear
conciencia y organización, incorporar al proceso revolucionario a los más
amplios sectores del pueblo y desarrollar la
más amplia unidad e influencia política e ideológica en el seno del
pueblo, combatiendo las posiciones confusionistas
y oportunistas; derrotando el escepticismo y la dispersión; fortaleciendo su
moral y convirtiendo sus luchas aisladas y
reivindicativas en luchas centralizadas y sobre todo políticas.
Estas son hoy, las tareas más importante de los revolucionarios.

La espontaneidad de las luchas populares:

En nuestra izquierda, hay camaradas que afirman que "sólo el pueblo salvará
al pueblo", pero un pueblo sin
organización y conciencia será fácil presa de aquellos que pretenden
mantenerlos atados al yugo de la opresión y
explotación capitalista. Como revolucionarios asumimos que son los pueblos
organizados y con clara conciencia de la
necesidad de las transformaciones sociales, los que hacen la historia.

En la historia de la lucha de clases, podemos encontrar ejemplos de cómo
pueblos sin la suficiente conciencia política
y con una alta dosis de espontaneidad, en determinadas condiciones pueden
alcanzar niveles muy altos de movilización
y violencia, al punto que pueden traerse abajo a regímenes dictatoriales o
gobiernos que no toman en cuenta las
necesidades y aspiraciones populares.
Un ejemplo de esto lo vivimos en la década del 70 en nuestro país, cuando un
segundo domingo de mayo del 79, día de
la madre, el entonces ministro de economía de la Junta Militar de Gobierno,
Javier Silva Ruete descargó sobre el
pueblo las medidas económicas impuestas por el fondo Monetario
Internacional; al día siguiente desde las primeras
horas de la mañana, de manera espontánea, las calles y plazas de todo el
país fueron invadidas por miles y millones de
hombres y mujeres que protestaban contra la Junta Militar de Gobierno, estas
movilizaciones de protesta obligaron a la
CGTP a convocar un paro nacional para el 19 de julio del 79, el cual marcó
el inicio de la derrota del dictador Morales
Bermúdez, quien después de esta exitosa jornada de lucha popular, tuvo que
convocar a elecciones generales para una
asamblea constituyente al termino del cual se comprometió a convocar a
elecciones generales presidenciales y al
retorno de las fuerzas armadas a sus cuarteles, en un tácito reconocimiento
de su derrota política.

En los últimos años, los pueblos hermanos de Argentina y Ecuador también se
han traído abajo a sus respectivos
gobiernos en una muestra más de los niveles de movilización y radicalización
espontánea que pueden alcanzar los
pueblos; pero por mucha radicalización, movilización e incluso violencia que
puedan alcanzar los Pueblos, a falta de
una organización conciente y de una dirección revolucionaria, no podrán
concluir en verdaderos procesos
revolucionarios y muy pronto estos movimientos se verán superados por las
posiciones reformistas y reaccionarias que
cambiaran algo para que nada cambie, tal como sucedió en el Perú bajo los
regímenes dictatoriales de Morales
Bermúdez y de Alberto Fujimori, que cedieron el paso a gobiernos
democráticos burgueses, o como ha ocurrido más
recientemente a los pueblos hermanos de Argentina y Ecuador.


Gobierno y poder

Ya hemos dicho que en nuestra América, han surgido diversos gobiernos
"democráticos de izquierda"; gobiernos
progresistas, unos más que otros, que podemos y debemos apoyar sin perder de
vista la diferencia fundamental que
existe entre ser gobierno y tener el poder.
El poder político, implica la capacidad de decidir el rumbo del estado, la
forma de administrar los recursos naturales y
humanos, decidir el rumbo económico que favorezca nuestro desarrollo y
definir con plena independencia nuestra
política exterior; mientras que ser gobierno implica administrar el estado
en los márgenes que determinan los
organismos internacionales financieros y aquellos empresarios nativos
ligados a los intereses imperialistas.

En esas condiciones, los partidos gobernantes no tienen otra opción que
aplicar políticas económicas en los márgenes
que el actual sistema capitalista impone o romper con el sistema; en cuyo
caso la burguesía recurrirá a su poder
económico para intentar sabotear la política económica y social del gobierno
progresista para tratar de derrocarlo, y si
pese a esto el gobierno progresista con apoyo del pueblo aún se mantiene en
la administración del estado a favor de los
intereses populares, recurrirán a las fuerzas armadas para preservar el
status quo, como lo hicieron en Guatemala con
Jacobo Arbénz o en Chile de Salvador Allende.

Por eso, más allá de que puedan existir condiciones para "conquistar el
gobierno" los revolucionarios debemos luchar
por conquistar el poder político para el proletariado y junto a nuestro
pueblo construir una sociedad justa, digna y
solidaria; en otras palabras, los tupacamaristas aspiramos a construir el
Socialismo peruano, "sin calco ni copia" a decir
de nuestro Amauta José Carlos Mariátegui.


Las tareas actuales

El análisis de la situación política nacional, nos presenta un cuadro de
desorganización, confusión y dispersión del
movimiento obrero y popular, situación que también afecta a la izquierda en
su conjunto. Ahora bien, si del análisis del
periodo político concluimos que las tareas urgentes de nuestro movimiento,
son las de impulsar el proceso de
reorganización y centralización del movimiento obrero y popular, impulsar y
fortalecer todas las formas de
organización del pueblo, contribuir al desarrollo de la toma de conciencia
política de los más amplios sectores de
nuestro pueblo y forjar la más amplia unidad de las fuerzas de izquierda
para juntos recrear el socialismo peruano,
surge la pregunta de: ¿cuál debe ser el eje sobre el que desarrollaremos las
tareas que contribuyan a la reorganización,
centralización y formación política e ideológica del conjunto del movimiento
obrero y popular, que nos permitan ir
acumulando fuerzas para la toma del poder político.
Algunos dirían que como organización política militar, deberíamos responder
que el eje sobre el cual deben
desarrollarse estas tareas, debe ser la lucha armada, pero esa respuesta
además de simplista y subjetiva, no corresponde
a la actual correlación de fuerzas, ni toma en cuenta la dispersión y
confusión del conjunto del pueblo.
Ya hemos dicho que las formas y métodos de lucha deben corresponder al
análisis del periodo y la coyuntura política
así como a la correlación de fuerzas; a partir de esa premisa nosotros
consideramos que en las actuales circunstancias la
lucha política y las tareas de organización están a la orden del día, para
reconstituir el tejido social, por lo que la lucha
armada no es el eje de acumulación de fuerzas; lo que no significa que
renunciemos a ella, lo que afirmamos es que hoy
la labor política es el eje principal sobre el cual debemos desarrollar las
tareas que nos permitan acumular fuerzas.



El parto de los montes

Hemos hecho una apretada exposición de nuestras concepciones sobre las
formas y métodos de lucha, de cómo
entendemos la táctica y la estrategia y el por que luchamos para conquistar
el poder político; estas concepciones
políticas nada tienen de claudicantes, o pacifistas, ni electoreras y mucho
menos de oportunistas como afirma el
comunicado del supuesto grupo Venceremos.
Más allá de las frases comunes y de las acusaciones sin fundamento que
lanzan contra nuestra organización, nos queda
la interrogante de si en realidad el grupo venceremos existe y cuales son
los objetivos que persiguen quien o quienes
dicen ser su "dirección nacional"; sólo esperamos que no terminen como
"tontos" útiles a la política represiva del
actual gobierno.

No tenemos seguridad de la existencia de este grupo ni de quienes la
integran; de lo que sí estamos seguros, es de que
cualquiera que haga una evaluación del periodo y la coyuntura política en
forma dialéctica, es decir sin subjetivismos o
voluntarismos, y las formas o métodos de lucha corresponden a la actual
correlación de fuerzas, los pasos o las tareas
que de ellas se deriven, permitirán crear condiciones favorables para
avanzar en el proceso de acumulación de fuerzas,
que contribuyan a revertir la etapa actual de dispersión por la que
atraviesa el movimiento obrero y popular.

Muchas veces, la incapacidad para entender los elementos básicos de la lucha
de clases y de la dialéctica como
herramienta de análisis, suele suplirse con el esquematismo y dogmatismo,
que por lo general suele llevar a asumir
posiciones "principistas" y seudo revolucionarias para ocultar un cierto
desprecio a la lucha política e ideológica que
debemos desarrollar de manera permanente en todos los espacios políticos,
incluso en el terreno legal y electoral, para
crear conciencia política de clase, organizar y movilizar al pueblo con el
único objetivo de acumular fuerzas para la
toma del poder.

Finalmente decir que asumir la creación de un nuevo grupo y difundir
públicamente críticas sin fundamento alguno, y
sin que se hayan puesto al debate entre los militantes tupacamaristas, nos
da la certeza de que los supuestos integrantes
de este grupo no han militado en nuestra organización o que en el mejor de
los casos han dejado de militar en ella hace
mucho tiempo atrás y hoy se arrogan el derecho de proclamarse tupacamaristas
y tomar el nombre de nuestros héroes y
mártires, en una actitud que sólo se puede calificar de oportunismo político
de quien o quienes, conciente o
inconscientemente, contribuyen a crear más dispersión y confusión en el
movimiento obrero y popular; en un momento
en que el actual gobierno esta creando condiciones para reprimir toda forma
de protesta organizada.
No por casualidad, en los últimos meses periodistas acólitos del Alanismo,
han lanzado diversas campañas de
persecución política contra expresos políticos que militaron en nuestra
organización, han acosado a familiares de
nuestros presos políticos y de camaradas asesinados por las fuerzas
represivas.

Tampoco es casualidad que la embajada de los Estados Unidos reciba
información confidencial, que inmediatamente
hizo llegar a la prensa, sobre un supuesto complot del MRTA para asesinar al
presidente Alan García.
Quien por otro lado, esta esforzándose por que los miembros de las fuerzas
armadas y policiales reciban todo el apoyo
del estado peruano para su defensa legal en los juicios por violación de
derechos humanos, mientras que las victimas
del terrorismo de estado no merecen ni el respeto y mucho menos el apoyo de
este gobierno.
Mientras busca la forma de garantizar la impunidad a los crímenes de las
fuerzas armadas y policiales, esta
promoviendo una ley que sancione con la pena de muerte a los llamados
terroristas.

Si realmente existe el grupo venceremos, el tiempo y su práctica dirá lo que
realmente son.


Tupac Amaru... Vive!!
Siembra en su pueblo... rebelión!!
Junto a su pueblo... Revolución!!
Con su ejemplo... Venceremos!!


Voz Rebelde
Noviembre del 2006

*****

Nota:
Advertimos a las organizaciones políticas y de solidaridad, que desde servidores de gmail.com y yahoo.es direcciones apócrifas de voz rebelde están difundiendo el documento de respuesta al grupo venceremos previa mutilación de la dirección original del remitente: voz-rebelde@nadir.orgg ; actitud que resulta extraña y sospechoza, por lo que los miembros de la redacción de Voz Rebelde y los militantes tupacamaristas no nos responsabilizamos por lo que desde esas direcciones se puedan difundir.


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